2. Conversaciones

en aislamiento 


Natalia Viera & Miguel López en conversación
TEOR/éTica DOCUMENTOS Buchaca Generosa
Ed.02
San José / Nueva York, 16 de abril de 2020

CON GABRIELA ARGUEDAS, NATALIA VIERA SALGADO Y PABLO JOSÉ RAMÍREZ

Miguel A. López conversa con la bioeticista, farmacéutica, docente y activista ecofeminista costarricense Gabriela Arguedas; con la curadora independiente de origen puertorriqueño radicada en Nueva York, integrante del colectivo SHE (Se habla español) y cofundadora de Pública Espacio en Puerto Rico, Natalia Viera Salgado; y con el escritor y teórico guatemalteco radicado en Amsterdam, actualmente curador adjunto de Arte de poblaciones nativas e indígenas en Tate Modern, Pablo José Ramírez.

Los diálogos giran en torno a la cultura sexista en la ciencia y en la política, los marcos bioéticos asociados a los protocolos médicos, la soberanía alimentaria, el impacto del COVID-19 en los trabajadores independientes, las formas de organización colectiva, las relaciones entre finanzas y segregación racial, así como los imaginarios nacionalistas y xenófobos que está reforzando la pandemia y su persistencia en las políticas de estado.

Hay que reformular preguntas acerca de las instituciones que queremos o nos merecemos. 
Natalia Viera Salgado 

THIS IS WEIRD WITHOUT YOU, 2020. Juan Carlos Rodríguez Rivera, Marcela Pardo Ariza & Felipe Garcia. Cortesía de los artistas.

MAL: ¿Cómo estás personalmente, y cuál es el impacto que ha tenido el COVID-19 en tu trabajo?

En general el panorama es aterrador, no solo por las repercusiones y desequilibrio que todo esto ha traído con el virus, pero también ha salido a la luz la desigualdad en términos de salarios en la comunidad artística y cultural específicamente en los museos e instituciones culturales. Me refiero a los cientos de despidos a educadores y empleados culturales en las artes. Al momento es muy difícil concentrarse, buscarle el lado positivo a esta emergencia global. Aunque muchos se sientan que “necesitábamos parar” de alguna manera y cambiar el ritmo que llevamos gracias a normalizar prácticas capitalistas y neoliberales, para mí ha sido una batalla constante tratar de ser productiva. Reconozco que soy una de esas personas afortunadas de tener trabajo ya que soy freelancer hace dos años y he logrado agarrar este ritmo, pero me preocupa mucho la gente que no tiene esa suerte y movilidad. Yo tenía ya proyectos corriendo, por ejemplo uno de mis proyectos es trabajando como editora para el Brooklyn Rail y su suplemento especial River Rail dedicado a Puerto Rico, junto con mi compañera Iberia Pérez. Tengo también una residencia curatorial con el Abrons Arts Center gracias a una beca del Andrew W. Mellon Foundation, en la cual tengo que desarrollar programación por un año. Ese, por ejemplo, es uno de los trabajos que me está pagando al momento. También soy asistente del programa de arte en el archivo del Centro de Estudios Puertorriqueños, Hunter College, ayudando con proyectos de digital humanities y ahora todo se está moviendo a nuestras plataformas digitales, así que tenemos muchísimo trabajo.

MAL: ¿Qué diálogos estás teniendo con colegas que se encuentran en situaciones similares?


Asistí a una charla virtual que organizó el Vera List Arts Center por zoom, titulada Art, Work, Place: Creating an Equitable Workplace, en la cual participaron alrededor de 150 o más trabajadores culturales y artistas que nos preguntamos sobre el futuro de nuestro campo. Muchas ideas surgieron, por ejemplo, que necesitamos una unión o sindicato (formalmente o informalmente), o que hay que descentralizar las juntas o patronatos en los museos e incluir más artistas, educadores, líderes comunitarios, etc. Hablamos también de cómo muchas de estas instituciones tienen que revisar nuevamente sus misiones y visiones, de cómo tampoco TEOR/éTica DOCUMENTOS Buchaca Generosa – Ed.02 protegen a sus empleados mientras no los incluyan en sus presupuestos o planes de contingencia. Es importante mencionar que muchos de estos espacios o instituciones ya han pasado por situaciones parecidas como el Huracán Sandy o el 9/11. El artista y educador Camilo Godoy propuso preguntas que me parecieron sumamente importantes. “¿Hacia dónde nos llevará esta transformación pedagógica? ¿Existen otras vías para el conocimiento?” Y me he quedado con eso en la cabeza. Yo creo que hay que comenzar a hacernos estas preguntas e introducir cambios radicales, y de la misma forma revisitar o reformular preguntas acerca de las instituciones que queremos o nos merecemos. Me pregunto si los departamentos de educación pensaron en maneras de darle la vuelta a este asunto de los despidos. Me pregunto si pensaron que muchos de estos trabajadores y educadores dominan 2 o 3 lenguajes y qué increíble hubiese sido, en lugar de despedirles, que propusieran nuevas maneras de mirar hacia sus colecciones, crear nuevas dinámicas con sus guías de audio o tours virtuales. Hay tantas maneras de trabajar con una colección, las ideas serían infinitas.

MAL: ¿Cómo participas en ese proceso de organización frente a la crisis, y qué plataformas o dinámicas recientes destacarías?

Pensando en cómo ayudar desde acá en Nueva York, comencé un grupo en Facebook llamado Oportunidades Artistas y Productores Culturales Puerto Rico para compartir iniciativas ya que han salido muchísimos fondos de emergencia y quería organizarlos en un lugar. No sé qué tipo de apoyo se ha organizado en los países de Latinoamérica, pero por lo menos en Estados Unidos se han movilizado bastante. Y por esta razón quise compartir ayudas, aprovechando que muchas de estas becas aplican para la isla ya que somos una colonia de los Estados Unidos y los “territorios”, como ellos les llaman, se pueden beneficiar también aunque no es el caso algunas veces. En la isla, el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico creó un fondo de emergencia. Del mismo modo, el KM 0.2, un espacio independiente en Santurce, lanzó La Cuarentena, otro fondo de emergencia para artistas puertorriqueños en o fuera de la isla en la cual soy parte del jurado. Yo creo que es importante todo este esfuerzo, pero se necesita hacer más, no basta con migrar todo a exhibiciones en línea o con disparar fondos de emergencia cuando ocurren catástrofes, necesitamos mejores condiciones de vida, un mejor sistema para el cuidado de salud universal, etc.

MAL: Mencionaste los varios lenguajes que hablan muchos de los trabajadores y educadores despedidos, lo cual nos lleva a cómo la pandemia en Nueva York está golpeando fuertemente a la comunidad hispana y latina inmigrante. Es importante que luego de la crisis emerjan relatos múltiples, más allá de la narrativa dominante de la enfermedad centrada en el cuerpo blanco, masculino, urbano, del norte global. ¿Cómo la curaduría puede politizar los lenguajes para hablar de la pandemia, y desde allí pensar la migración, los derechos humanos o la memoria?

Se me hace un poco difícil pensar en estos lenguajes existentes. Yo creo que hay que inventarlos, es inimaginable porque no pensamos colectivamente ni solidariamente. Es un gran problema en este país porque a muchas instituciones les gusta utilizar todos estos términos de comunidad, diversidad o solidaridad, pero lo que menos son es eso, comenzando por cómo tratan a sus empleados. Sí he visto una cantidad de recursos y espacios —muchos de ellos independientes— ofreciendo plataformas para abordar estos temas en charlas curatoriales con artistas como el Americas Society o talleres paso por paso sobre cómo llenar solicitudes de desempleo si trabajas por cuenta propia impartidos por New Latin Wave. Han salido muchísimas oportunidades por parte de fundaciones y fondos de emergencia, pero yo creo que hay que compartirlos a nuestras comunidades. También hay que destacar que estas ayudas también están considerando personas indocumentadas, pero muchas veces no les llegan estos mensajes. Yo siento que es mi deber en estos momentos ayudar y difundir información y oportunidades. Soy parte de un colectivo de curadoras hispanas llamado Se habla español. Trabajamos temas de migración, derechos humanos y memoria. Siendo de distintas partes del mundo, hemos pensado mucho en esto y en cómo podemos crear comunidad a distancia. Las integrantes somos Andrea Valencia de México, Noelia Lecue de España, María Alejandra Saenz de Colombia y yo de Puerto Rico. Todas hablamos distintos españoles ciertamente. Aunque la lengua nos une y fue lo que nos llevó a formar este colectivo, es importante destacar que nuestras culturas son muy distintas pero iguales a la vez. Trabajamos en programas públicos educativos, ofrecemos talleres y estamos ahora trabajando para tener una página web donde podamos archivar todos nuestros proyectos y así dar visibilidad, apoyar y crear una red con todos nuestros colaboradores. Ahora tenemos esta convocatoria que lanzamos por nuestro instagram (@colectivosehablaespanol) #solidaridadsinfronteras que invita a artistas, diseñadores, escritores, fotógrafos y curadores a compartir un mensaje de SOLIDARIDAD a través de imágenes, vídeos o poemas que re-imaginen un futuro después de la pandemia. La mantendremos abierta para que la gente pueda compartir sus ideas, al final no sabemos cuándo saldremos de esto pero es una manera de solidarizarnos y ofrecer ese espacio para pensar en un futuro juntxs.


Mark